domingo, 7 de enero de 2018

El Tular 9

En posición de combate, camuflados e inmersos en la mudez de un silencio tenso,   estamos  esperando el minuto del fuego. A mi derecha está Ulises, La Culebra, más allá David que le decíamos el Muñeco. La Culebra me quedaba viendo. Tendió su brazo y poniendo su mano sobre mi cabeza  me apretó contra la tierra con fuerza, de repente, se rompió el silencio y el silbo bélico  de una ráfaga nutrida de metralla pasó por encima de mi cuerpo. Algunas balas impactaron  a pulgadas de mi salpicándome de tierra la cara. Vi a los ojos de la culebra y me dijo, no se como ni porque lo hice.     Logramos salir ilesos  de esa refriega. La táctica de la guardia  era acorralarnos y aniquilarnos a todos, la estrategia del FSLN era liberar a Nicaragua de esa terrible y sanguinaria  dictadura criminal.
La columna surgió sin experticia combativa integrada por "los muchachos" surgidos después de la insurrección de Septiembre. El Zorro  se trasladó a los Araditos y la columna quedó al mando  Froylan, Juan Alberto Blandón  otro héroe noble, agudo, audaz y duro, hermano de Perla, María Martha Blandón.    No eran bombas ni cohetes ni triquitracas celebrando Diciembre. Eran los dolores de parto de Nicaragua por que su libertad estaba coronando.
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