Como estos relatos son escritos a partir de mis vivencias, no lo vi, por ello, no se como sucedió, pero el desgarre que nos hizo la EEBI, fue inhumano. La EEBBI llegó donde estaba parapetada ella, sin más armas que su inocencia. Yo estaba por el otro lado del cerro con la Culebra, David, El gato y otros compañeros, moviéndonos debajo de aquella tormenta de odio. Arrancaron su corazón y sorbieron su sangre. No lo vi, lo supe y el dolor desgarró mi alma.
Solo tenia16 añitos, me cuenta Pablo, (Marcial Lopez) mi hermano. Pero ni siquiera tenía más sueños que su amor por la libertad. Una hiena descargó todas las municiones de su arma de guerra contra su frágil cuerpecito indefenso de muchacha adolescente aún.
Ninguno quedó vivo, la tierra sorbió la sangre de las hienas que cometieron este cobarde crimen. Fue la primera víctima de nuestra parte. Que dolor tan profundo sentí en mi alma. No lo puedo describir.
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