sábado, 13 de enero de 2018

El Tular 21

Con mucho  cuidado me bajaron del caballo y entramos a su casa en un ambiente humilde y limpio habitado por gente tranquila,  gente buena pero despreciada  por la Dictadura de Somoza, gente olvidada  sin acceso a energía eléctrica, sin escuela, sin atención  médica, sin agua potable, sin recursos,  gente por la que estábamos luchando y que valió la pena ajustarle el cinto a los barrigones golosos del régimen.  Había  preparada una cama de tijera y me acostaron ahí. La mujer me dijo susurando que aguantara  sin  gritar  porque la EEBI andaba en la zona y nos matarían a todos.
Me dijo ; aguante y no grite. Quitó las vendas, la herida estaba abierta, el húmero salido y partido en dos, la piel podrida, unos que otros gusanitos moviéndose y un hedor putrefacto por la infección y la falta de antibióticos y sin pastillas para el dolor. "El poder está en tu mente, vos podés" Llevaba cinco días en esa situación.  Con algodón, agua y delicado esmero fue limpiando, después me untó de la pomada de uso veterinario Dermolan que Francisco  Rivera El Zorro me había entregado para el largo viaje a Honduras, finalmente  aquella mano  tapó la herida con vendas improvisadas.  A los muchachos les dijo que en la mañana fueran a buscar garrobos ,  a mí me dijo que no me preocupara, que habían logrado restablecer  el contacto con Digna Flores y al día siguiente, si la EEBI no hacía sus recorridos de limpieza,  me trasladarían a Estelí en  donde el hermano de María Libertad, me estaría esperando para trasladarme  a Condega en su camioncito blanco a casa de otro colaborador que me trasladaría a Sonni, Somoto, cerca de la frontera con Honduras.

El Tular 20

Unas veces quedaba inconsciente y luego volvía en sí, otras veces me quedaba dormido.  Así pasé la tarde en esa intermitencia, convencido que soñé que una campesina avanzada en edad me encontró y me rescataba, porque de nuevo, ese acontecimiento no podría caber en el campo de la lógica y la razón de la naturaleza humana.  Tenia que ser un sueño alucinante alejado de la realidad. Estaba oscureciendo, el hambre me rasguñaba el estómago, la infección en estado avanzado  me pellizcaba  saltando un dolor agudo que me desgarraba el alma, sentía cositas moverse que llegaban a mí como un hormigueoí, el hedor muy fuerte.  Y si llegaba un tigrillo? o coyotes? La EEBI y el CONDE A andaba en persecución de la Columna pero habían guardias que andaban rastreando la zona en búsqueda de heridos o rastros para seguir la huella  No vieron ni lo uno ni lo otro.   Hablando de Roma y el Rey que asoma. Un perro. Me quedo viendo. Detrás del perro venía la misma campesina que yo creía haber soñado. Traía un balde pequeño de plástico, dos nietos y un caballo.
Ella misma me dio de tomar substancia de garrobo. Sus nietos me subieron al caballo y me llevó a su casa, metida como a unos 50 metros del camino real que va de Achuapa al Sauce y como a 300 metros de donde yo estaba.  Uno de los nietos subió conmigo al caballo para no caerme, el otro íba adelante para ver si no había peligro. Silvaba como señal de que el camino estaba limpio de peligros, esperaba que llegáramos donde él y avanzaba. Así fue hasta  llegar a su casa, ya de noche, donde tenía  preparada un olla de agua hervida y unos paños limpios de manta fina.

viernes, 12 de enero de 2018

El Tular 19

Después del mediodía,  los compañeros se  iban retirando y los tres heridos quedamos  ocultos en diferentes lugares esperando el rescate. El plan del Legendario Zorro  y del aguerrido  Froylan,  ecos del Danto, Germán  Pomares, era que una vez que la compañera Digna Flores llegara a las 3 pm en su camioneta a un punto donde la esperaría Esteban, este iría por mi, en un segundo viaje por Genaro y después por Noel hasta ser trasladados a casas de seguridad en Estelí. A mí me estaba esperando un hermano de María Libertad, de la gente del Germán Pomares (El viejo Pancho) que me trasladaría en un camión a Zonly, Somoto. Ahí me esperaba Bayardo Morazan, un campesino, que me llevaría cargado por monte cruzando la frontera hasta llegar a la Esperanza, Honduras, donde me esperaría Tobías Gadea, luchador con Carlos Fonseca y Will Moncada. Después a San Marcos de Colón y ese mismo día, ha Tegucigalpa, a la casa de seguridad de Germán Pomares Ordóñez.
Esteban nos camufló muy bien, pero ayúdenme a decir muy bien y después de aquel esmero dijo que lo esperáramos  porque iba a encontrarse con Digna, la cual llegó pero nadie la estaba esperando. Esteban nos dejó abandonados. Digna regresó sola y nosotros quedamos heridos,  graves y desconectados.
Llegó la noche y la EEBI estaba rastreando la zona, pasaron entre Genaro y yo sin percatarse de que estábamos ahí  y se fueron alejando en persecución de los compañeros. Al menos, Esteban, hizo bien  para si, camuflandose ante su conciencia al camuflarnos bien de la EEBI pero en la conciencia está la  verdad y es imposible camuflarse  ante ella.
Amaneció y consciente de mi realidad,   canté disparando besos al aire. Esa era el lenguaje para comunicarnos en la montaña.   Noel  y Genaro escucharon y me  respondieron, ahí estaban.
Noel y Genaro aún podían caminar, mi brazo  estaba descompuesto y yo debil, desangrado, infectado y sin comer. Nos reunimos, se fueron a buscar ayuda, así, heridos pero tampoco volvieron. Genaro se perdió, de Noel supe que lo mataron. Quedé solo y me acompañaba mi hermano Marcial López (Pablo) en mi mente y mi conciencia. "El poder está en tu mente, vos podés' Esa convicción alentó mi empuje para salir de esa situación. Me arrastré hasta llegar a un riachuelo, tomé agua y me escondí en unos matorrales. Una viejita campesina me encontró, me dijo que no tuviera miedo y esperara la noche, que volverían por mi. Quien movia esa fuerza?

El Tular 18

Después que bajamos el empinado  cerro y llegamos  en la madrugada a unos potreros, se venia abriendo la cortina de la noche dándole paso a los rayos del sol que iluminaban cada vez más el  nuevo escenario donde nos encontrábamos.   Asimismo, se  iban con la noche los frustrados planes criminales de la EEBI de aniquilarnos a todos.  Con el vuelo del sol nos íbamos levantando a la vida en ese nuevo día de esperanzas, con los rostros caretos de fatiga  cabalgando en  cuerpos  agotados pero firmes,  con la mirada tranquila radiante de alegría y de victoria.  En esos tres días  apocalipticos, la EEBI conoció el valor  y el peso de nuestra valentía. Tiempo después  cuenta la gente de esa comunidad que todos los días trasladaban sus cadáveres y heridos de continuo en helicópteros y camiones.  Nosotros, siete muertos (tres por accidente, cuatro emboscados) y tres heridos,  ellos centenares.  Fue un descanso  tenso para recuperarnos. A lo lejos, seguían bombardeando el cerro creyendo que estábamos ahí.  Toruño, un  finquero  de Esteli colaborador  del Frente nos aseguró comida. En la tarde, Froylan  orientó   salir   de ese  lugar pero los tres heridos, Noel Valenzuela, Genaro(vive en Ocotal) y yo, teníamos que quedarnos a esperar. Mi hermano Marcial Lopez muy cuidadoso me miraba a los ojos y me decía "El poder está en tu mente, saldrás vivo, vos podés"  Eso me daba ánimo y confianza en mí mismo. Yo puedo!!! Todo dependía  de mi, como hoy en día,  cada quien es dueño de sí mismo. Muy noble Marcial, es un gran hermano y un buen amigo. Dina Cerda, María Libertad, Martha Torres no nos dejaron nunca mientras  estábamos ahí, pero tenían  que irse. Al despedirse, Marcial me dijo, " Vos podés porque la fuerza y el poder están en tu mente, ponelos a trabajar"  Y me aconsejó que comenzará con mi brazo porque ya estaba infectado. El Zorro me mandó una pomada de uso veterinario llamada Dermolan  que consiguió con  Toruño, el dueño de la finca, para usarla en mi largo viaje a Honduras. Nosotros quedamos bajo la  responsabilidad de Esteban, un reconocido combatiente. El traslado de los heridos ya estaba cuidadosamente planificado por El Zorro.  Teníamos  que esperar que la compañera Digna Flores nos trasladara en su camioneta uno a uno a Esteli, yo seguiría para Honduras pero a los heridos nos pasó algo muy amargo, triste y doloroso, solo tres sabemos lo que es estar en ese lugar.

El Tular 17

Al llegar la tarde Juan Alberto Blandón, Froylan,  llamó a los jefes de escuadra a reunión en la misma casa donde yo estaba herido y planteó la urgencia de retirarnos al caer la noche,  porque no había opción militar de romper el cerco blindado y  salir con vida.
 Los combatientes campesinos que dominaban  la zona  propusieron bajar el cerro por una cañada con una inclinación de entre 60° y 70° aproximadamente, casi imposible de bajar, pero como no había otra opción, había que proceder.
A las 7 de la noche se da él aviso a todos los compañeros que hay que reconcentrarse en la casa del campamento en el más absoluto silencio.  A las 8pm estamos  listos para iniciar la retirada.  Se da el problema que nadie quiere cargar con los heridos por el cansancio, por la fatiga, por el temor.
Las enseñanzas de Germán Pomares es que los heridos son sagrados y él Indio Emilio, fusil en mano, amonestó que  el FSLN es fiel con sus principios y, con su gente y quién se niegue a cargar a los heridos, sería sancionado.
 Porque?  Me preguntaba en mi angustia, si  cargué tres días a, Daniel,campesino,herido en la insurrección de septiembre, ahora, estos compañeros actuan asi?
Por su voluntad, Quién inicialmente me cargó fue María Libertad y Marta Torres (Mirlo).
Después a Noel, Genaro y a mi nos cargaron otros compañeros.
Por  el desfiladero era casi imposible avanzar.  Los golpes continuos provocaban un dolor insoportable y  no podía quejarme porque nos detectarían. La noche era tan oscura que  fue para el bien y la EEBI no nos veía.
Los compañeros se resbalaban por la tierra  suelta y el cerro muy inclinado, pero, con paciencia, serpenteando la cañada avanzamos toda la noche en absoluto silencio hasta la madrugada del  día siguiente que logramos salir del cerco militar con la astucia de  una culebra y con la mansedumbre de una paloma, sin que nos lograran detectar.
Una vez fuera de ese peligro, se reorganizó la columna en grupos que fueron dispersados.  Froylan seleccionó a los más destacados combatientes y el mismo, se quedó con los heridos para planificar su traslado.
Por orientación de Rubén, Jefe de la columna, Noel y Genaro irían a casas de seguridad en Estelí. En mi caso, seria trasladado a Honduras. Desde abajo quedé viendo el cerro empinado y la EEBI seguía bombardeando pero nosotros ya estábamos lejos. Un equipo de cuatro compañero entró al cerro cuando ya no estábamos. La EEBI los capturó, los torturó y murieron descuartizados.  Pensé en todos los 8 hermano

El Tular 16

Estaba dormido profundamente y una  voz suave me fue despertando con palabras que decían:

"Vos podés, el poder está en tu mente,    desde tu mente le das órdenes a tu cuerpo. Vos podés."

 Pablo, (Marcial Lopez) Pablito mi hermano me estaba hablando bien bajito infiltrando este mensaje por el umbral de mi oido hasta llegar a mi conciencia. Al ver que se abrieron mis ojos un destello de alegría iluminó su rostro y se regresó a lo crudo de ese infierno, de repente, la explosión de una poderosa bomba hizo temblar la casa donde yo estaba.

Afuera escuchaba gritos de confusión  y lamentos.    Noé( Valenzuela) preparaba una poderosa bomba que explotó en sus manos y mató a tres compañeros.

Ya no podíamos más. Trascendimos el límite de cualquier capacidad humana.

Ellos eran 800  soldados entre miembros de la EEBI, CONDECA y GN, varios tanques de guerra y aviones de combate.

Nosotros solo éramos 120 combatientes de la heroica Columna Filemón  Rivera compuesta por jóvenes, estudiantes y campesinos incluidas las compañeras.

En  nuestra entrega y determinación incondicional estaba la fuerza necesaria  que hacia de nuestros  sueños  la lluvia que caía para  germinar en Nicaragua el fruto de su libertad social.

Tres  días y tres  noches sin dormir, sin comer, con frío, con sed. Cuatro hermanos muertos, tres heridos, no había municiones y el cerro estaba totalmente rodeado de soldados.

 En silencio, con Froylan a la cabeza, se venía hilvanando la sabia salida, parecida a como cuando Ulises, La Culebra, lo agarraron vivo y escapó de la EEBI, sin hacer ruido y sin dejar rastro.

         Proverbios Cap. 30 Vrs 19

Tres cosas me son ocultas;
Aun tampoco sé la cuarta:
 El rastro del águila en el aire;

 El rastro de la culebra sobre la peña;

 El rastro de la nave en medio del mar; Y el rastro del hombre en la doncella.

Sin duda, la Fuerza que inspiró estas palabras es la misma que nos acompañaba.

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Si ellos eras 800 y nosotros 120 la relación proporcional es que 1 combatiente sandinista luchaba contra 7 soldados del régimen, sin incluir su artillería, fuerza aérea y la renovación continua de sus fuerzas aero transportadas.

Eliminaron a la columna Ivan Montenegro del Frente Sur,  y eso mismo harían con nosotros si continuábamos en El Tular. Llegó la hora de irnos, pero, no habia como

El Tular 15

Una vez a salvo, quedé bajo el cuidado de la compañera Luz Úbeda. Estaba anocheciendo y el bombardeo  era interminable. Luz   me  llevó una sopita Maggie con huevo y con un chuponcito me comenzó a alimentar.

Me fui quedando...me hiba... salía de mi... flotaba y en mi pecho, el corazón luchando para oxigenarme preguntaba:

"Dónde estas amor,  en esta  fría  noche que hiere mi piel y una lágrima se desprende de mi alma arrastrando el dolor de no saberte?

Dónde estas amor mío, que te busco en medio del viento frío, en esta noche de cantos de búhos,  en donde la muerte cabalgó acechante  en una bala de guerra, desgarro mi cuerpo  y quiere llevarse mi alma al olvido?

Estarías esperándome en la  mañana de otro tiempo? En un giro del viento? En el aroma de la vida? En la luz de Cristo?

Donde  estas amor mío?


Sólo quiero conocerte para darte un beso antes de quedarme dormido...

jueves, 11 de enero de 2018

El Tular 14

No habían túneles con luces brillantes en el fondo. Sentía tranquila  mi conciencia por que cumplía por amor a un pueblo huérfano de Amor, de Justicia, de Paz, de Trabajo  y de Libertad.

Ellos....solo ellos.....todo para ellos..... barrigones golosos. En su embriaguez glotona  se olvidaron de Nicaragua y su pueblo. Y aunque yo no  experimentaba ningún tipo de  escasez en mi familia, no era justo lo que veía.

Con este aliciente, mi vida se desvanecía  serena y tranquila inmersa en la violencia de aquel infierno.


Un  traqueteo ensordecedor de metralla guerrillera  detonaba en mi oído y me volvió en si.  Pablo (Marcial Lopez)mi hermano y María Libertad y otros compañeros........arrebataron mi cuerpo  de las fauces de la EEBI  en un enfrentamiento encarnizado y como telón de fondo una  tormenta de bombas.

  Me mandaron al campamento del Zorro vigilando que lograra llegar.  Desde ahi Froylan dirigía los  combates.

Me asistió  Luz Úbeda y Víctor, estudiante de medicina, quien me puso  un torniquete, lavó  la herida sin anestesia y la cerró con una aguja  de coser y con hilo de surcir.

 Un acto heroico y rebosante de amor  fuera de la razón y de la lógica hizo posible que estos compañeros como una extensión  de aquel pequeño ejército loco y su coro de ángeles, salvaran mi vida. "Pablo", Marcial López mi hermano menor, temerario y noble y "María Libertad", Mirian Perez, guerrera heroica y todos los compañeros que estaban ahi, son héroes  María  Libertad es un poema y un canto a la vida. Seguramente otros compañeros estaban luchando para sacarme.


miércoles, 10 de enero de 2018

El Tular 13

Cuando llegamos, ahí estaban los compañeros contemporáneos de Ana Luz.  Nos ubicamos a unos 15 metros  a cada lado de ellos mientras un avión de reconocimiento sobrevuela lentamente a baja altura y  al alcance de nuestro fuego, provocándonos para  detectar nuestra posición por el chispazo del cañón y el eco de la detonación de los disparos. David disparó una ráfaga y nos detectaron siendo eso el detonante que da lugar  a este relato.
Reconcentraron el fuego sobre nosotros con tanques,  bombas aéreas y por tierra la EEBI y CONDECA avanzaba disparándonos intensamente.  Respondimos con  fuego y de repente tengo de frente al  avión que nos bombardeaba, al que descargué el magazine  de mi poderoso FAL. Sus balas  no me alcanzaron, pasó y le sigue otro avión que venía detrás.  De su ala  salió un humito y casi se me sale el corazón por la boca. Era un cohete dirigido hacia mi. Por instinto salté por los aires casi al mismo tiempo  que el cohete explotó en el árbol que me protegía.    La onda expansiva me expulsó varios metros mas allá y al caer en tierra,  mi sangre acalorada salía a borbollones de mi cuerpo tiñendo de rojo mi camisa , mi fusil,  mis ojos. Una de las compitas  pasó la voz de que  yo estaba herido y la voz de María Libertad serpenteo entre los pinares susurrando que tenían que sacarme. Una esquirla partió  en dos la arteria principal del brazo derecho, desbarató el codo, mientras la EEBI avanzaba disparándo hacia mi, quien inamovil me seguía desangrando  en el cerco de la muerte en que estaba atrapado  y no había ninguna opción  posible de salir con vida según la razón y la lógica de naturaleza humana.

domingo, 7 de enero de 2018

El Tular 12

Estaban otros compañeros sin armas, la EEBI se dirigía hacia ellos y si los encontraban, harían lo mismo que hicieron con Alba Luz.

Froylan me seleccionó junto con el Muñeco Da.lite vid para bajar hasta la falda del cerro, cruzar un llanito plano, perdernos entre los pinos, llegar donde los compañeros y moverlos a otro lugar. Estaban indefensos.   La Culebra le pidió a Froylan ir con nosotros pero la orden fue que tenía que acompañarnos hasta cierta  parte, después, seguimos solos hasta llegar donde los compañeros.

La EEBI venía subiendo y querían conocer el lugar exacto de su posición para aniquilarlos.

El Tular. 11


Como  estos relatos son escritos a partir de mis vivencias, no lo vi, por ello, no se como sucedió, pero el desgarre que nos hizo la EEBI, fue inhumano. La EEBBI llegó donde estaba parapetada ella, sin más armas que su inocencia.  Yo estaba  por el otro lado del cerro con la  Culebra, David, El gato y otros compañeros, moviéndonos debajo de aquella tormenta de odio. Arrancaron su corazón  y sorbieron su sangre. No lo vi, lo supe y el dolor desgarró mi alma.

Solo tenia16 añitos, me cuenta Pablo, (Marcial Lopez) mi hermano. Pero ni siquiera tenía más sueños que su amor por la libertad. Una hiena  descargó todas las municiones de su arma de guerra contra su frágil cuerpecito  indefenso de muchacha adolescente aún.

Ninguno quedó vivo, la tierra sorbió la sangre de las hienas que cometieron este cobarde crimen.  Fue la primera víctima de nuestra parte. Que dolor tan profundo sentí en mi alma. No lo puedo describir.

                           

El Tular 10

El recrudecimiento de los combates aumentó de manera brutal y salvaje. Disparaban hacia nosotros  con tanques de guerra, metrallas de 50 mm, bombardeos  con aeronaves de combate y por tierra avanzaban centenares de centenares de guardias entrenados para matar, reforzados por lo mejor de los  ejércitos de Guatemala, Honduras y el Salvador, (CONDECA)  Era sin tregua el asunto. Horas de horas bajo el nutrido fuego de aniquilamiento total.   Para entonces,llevamos día y medio y una noche de combates encarnizados, no había tiempo para comer  Aún no se registran bajas entre nosotros. De parte de ellos sus bajas se las llevan  tendidos en camiones y sus  heridos en helicópteros. Dicen que son muchas sus bajas. Están descontrolados, los atraemos y no estamos y cuando estamos, no nos ven.

El resplandor  de la sabiduría y la brillantez del destello de la inteligencia de nuestros compañeros campesinos y  la dialéctica del pensamiento natural con la sazón de la experiencia, hacen de El Zorro, de Froylan, el Indio Emilio, Camilo Bigote, el Viejo Martín, Santana, la Culebra, María Libertad, Pablo...........hasta alcanzar a cada uno de nosotros,  una poderosa e invencible arma letal de combate impulsada por la pólvora del amor a la libertad y a la  vida, de otra forma, nos aniquilarian.

El Tular 9

En posición de combate, camuflados e inmersos en la mudez de un silencio tenso,   estamos  esperando el minuto del fuego. A mi derecha está Ulises, La Culebra, más allá David que le decíamos el Muñeco. La Culebra me quedaba viendo. Tendió su brazo y poniendo su mano sobre mi cabeza  me apretó contra la tierra con fuerza, de repente, se rompió el silencio y el silbo bélico  de una ráfaga nutrida de metralla pasó por encima de mi cuerpo. Algunas balas impactaron  a pulgadas de mi salpicándome de tierra la cara. Vi a los ojos de la culebra y me dijo, no se como ni porque lo hice.     Logramos salir ilesos  de esa refriega. La táctica de la guardia  era acorralarnos y aniquilarnos a todos, la estrategia del FSLN era liberar a Nicaragua de esa terrible y sanguinaria  dictadura criminal.
La columna surgió sin experticia combativa integrada por "los muchachos" surgidos después de la insurrección de Septiembre. El Zorro  se trasladó a los Araditos y la columna quedó al mando  Froylan, Juan Alberto Blandón  otro héroe noble, agudo, audaz y duro, hermano de Perla, María Martha Blandón.    No eran bombas ni cohetes ni triquitracas celebrando Diciembre. Eran los dolores de parto de Nicaragua por que su libertad estaba coronando.
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El Tular. 8





                 



De repente, paso un jet caza de la FAN a vuelo rasante y alta velocidad rompiendo el tenso silencio con un estrepitoso sonido de su turbina de propulsión jet para amedrentarnos psicológicamente que bombardeó mas adrenalina en nosotros. Estamos dispuestos a vencer y para ese momento, la EEBI ya nos tiene dentro de un cerco militar blindado.



                  


Un día antes, nos había llegado un refuerzo de 20 compañeros al mando del Indio Emilio procedentes de Duyusupu,Honduras. Traían una ametralladora de 30mm, fusiles FAL y repletos de municiones. Entraron al Campamento del Tular, justamente por la estrecha angostura del sigilo misterioso del Indio Emilio, que estando nosotros cercados, pasaron ante sus narices y siendo de día, la guardia no los vió pasar